Esta crisis sanitaria nos empuja a pensar soluciones a problemas que no existían en el pasado. Un ejemplo concreto de esto puede ser el modo de jugar e interactuar de los niños en los parques infantiles. Hasta ahora la sociabilidad, el contacto y el juego colectivo eran básicos en el diseño de los equipamientos infantiles infantiles. Ahora las áreas de juego están balizadas y prohibidas y se consideran una fuente de contagio infantil que no se sabe cómo reabrir al uso público. Y mientras, los niños sin su espacio de juego y crecimiento favorito.
Desde un enfoque de coaching, una fase importante del modelo “GROW” de cambio transformacional para solucionar un problema es la búsqueda de Opciones (la O del G.R.O.W.). En esta fase se persigue superar los marcos de referencia tradicionales, cambiar de perspectiva, pensar con la mirada de un niño y no juzgar (sino jugar) las propuestas de nuestra imaginación. La idea es fomentar una creatividad sin límites ni barreras mentales, no apartar ninguna idea por absurda que parezca. Ya habrá tiempo a posteriori de evaluar y validar cada una de las propuestas. De esta manera podremos descubrir soluciones que nunca nos hubieramos imaginado en un entorno de prejuicios y condicionamientos previos de viabilidad.
Con esta premisa un grupo de profesionales del sector del equipamiento urbano se planteó cómo se podía llevar a cabo con seguridad la reapertura de estos espacios de ocio, con el fin de abrir un debate entre los ayuntamientos y ayudar a visibilizar una solución para que los niños puedan jugar en ellos.
Inspirándonos en los inventos del TBO, una popular tira cómica del siglo pasado, desbordando imaginación y una pizca de humor que tanto nos hace falta en estos momentos surgieron las locas propuestas como las de la imagen de portada con una Tirolina con lavadero de niños en solución higienizante, o las que presentamos a continuación:





Quizás todas estas ideas sean irrealizables, pero nos abren la mente y nos permiten encontrar alternativas que sí que puedan ser efectivas. De hecho algunas personas, al ver los inventos, se pensaron que algunas ideas eran propuestas comercializables. Verdaderamente, en las últimas semanas hemos visto cosas que hacen que la realidad supere a la ficción: niños y mayores con mascarilla y guantes, calles vacías, artistas en los balcones y multas por pasear a deshoras.
Tirolinas con lavadero, sombreros o trajes aislantes, mamparas separadoras, capas mágicas con carga eléctrica que repele o la solución más simple de prohibir a los virus la entrada mediante carteles, seguro que al menos nos han hecho sonreir. En cualquier caso son alternativas creativas al cierre total de los espacios de juego y dan pie a unas soluciones viables en forma de productos que los fabricantes pueden poner en el mercado en un futuro cercano o de nuevas formas de jugar o relacionarse entre los niños. ¿Se te ocurre alguna idea creativa más para jugar seguro?
Esta es una de las funciones del coaching, proporcionar un nuevo espacio de creatividad que no esté limitado por nuestras creencias y favorezca el crecimiento personal y profesional de las personas y sus empresas. Soluciones nuevas a problemas nuevos. No queda otra en este mundo de la “nueva normalidad”.